La Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Apucla) mantiene la posición asumida desde el año pasado de NO REINCORPORARSE A LAS ACTIVIDADES ACADÉMICAS acatando responsablemente la decisión tomada por la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios (Fapuv), en consonancia con lo establecido en los Estatutos de ambas instituciones gremiales, con base a la inexistencia de condiciones laborales para ejercer la docencia dentro o fuera de la Universidad.
En los actuales momentos las autoridades sanitarias venezolanas y las diferentes entidades gubernamentales involucradas mantienen vigente que es responsabilidad del patrono garantizar la salud individual y colectiva de sus trabajadores, ante posibles infecciones y los focos que puedan generarse, en este caso en el entorno universitario, tal como lo establece la providencia N° CJ-060-2020 DEL 01 JULIO 2020 la cual hace referencia a artículos de la CRBV, la Lopcymat, el Inpsasel.
En este sentido, la UCLA diseñó un programa de bioseguridad para la prevención y control del Covid-19 destacando “que el patrono está obligado por ley a garantizar la protección de los trabajadores contra toda condición peligrosa en el trabajo, ello implica que debe obligar al trabajador a hacer uso del tapabocas y las medidas sanitarias establecidas tanto en la empresa como fuera de ella” (art.7 literal D).
Por su parte, Disalud, realizó un plan de preparación y respuesta para la transición hacia un retorno laboral seguro en la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” en el contexto de la pandemia con la creación de lineamientos de bioseguridad para el personal docente, administrativos, obreros y estudiantes “En este nuevo panorama se suma la responsabilidad de las autoridades universitarias a proveer a sus trabajadores el Equipo de Protección Personal (EPP) necesario para mantenerlos seguros mientras realizan sus trabajos. Los tipos de EPP requeridos durante un brote de COVID-19 se basarán en el riesgo de ser infectado con SARS-CoV-2 mientras se trabaja y se realizan tareas que pudieran resultar en una exposición.” Página 8
Preguntamos: ¿Dónde están los referidos equipos? ¿Podrán dotarlos permanentemente si el presupuesto solicitado para este año fue de menos del 3% que apenas alcanza para el pago de sueldos y salarios?
Además, en la plantilla docente existe un grupo de profesores que pueden catalogarse como de alto riesgo por exponerse a altas concentraciones de fuentes conocidas o sospechosas de estar infectadas, los cuales según el referido lineamiento de bioseguridad incluye a los estudiantes de Postgrado en las áreas del Hospital potencialmente infectadas con el SARS-CoV-2, que requieren este tipo de equipo de protección personal:
• Gorros descartables.
• Monolentes contra salpicaduras.
• Respiradores N95.
• Escudos faciales
• Guantes de nitrilo o de látex descartables
• Batas mangas largas descartables
• Calzado cerrado.
• Gel alcoholado.
El resto del personal docente podría definirse como de riesgo medio de exposición que incluyen “…aquellos que requieren un contacto frecuente y/o cercano (por ej. Menos de 2 metros de distancia) con personas que podrían estar infectadas con el SARS-CoV-2, pero que no son pacientes que se conoce o se sospecha que portan el COVID-19”.
Para estos casos el equipo de protección personal sería:
• Tapabocas 8210 o 8215 descartables o mascarillas de tela lavables
• Guantes de látex o de nitrilo.
• Zapatos cerrados
• Gel alcoholado
Volvemos a preguntar ¿Cuenta la Universidad con los referidos equipos y la cantidad necesaria para su reposición diaria?
Porque más adelante los lineamientos señalan textualmente: “Los trabajadores deben cubrirse la boca y nariz, con un respirador o mascarilla desechable durante su jornada laboral, el cual debe ser desechado luego de utilizarlo… Suministrar a los trabajadores jabón u otras sustancias desinfectantes para el adecuado lavado de manos, al igual que toallas desechables para el secado.” página 11. Subrayado nuestro
Agregamos a esto, el punto sobre la implementación de puesto de control al ingresar al lugar de trabajo. “… asegurar que toda persona que ingrese a las áreas de la universidad se lave las manos a la entrada si se dispone de agua y jabón si no gel con alcohol, así como información sobre el lavado correcto. Preguntamos: ¿Cuenta la Universidad con el recurso humano que estipula el manual para ejercer esta función?”, página 17. Subrayado nuestro
¿Qué decanato de la UCLA cuenta con agua servida y cuántos de ellos tiene suficiente personal de vigilancia para ejecutar dicha tarea si recientemente fuimos otra vez víctimas del hampa?
Finalizamos con este texto: “las Autoridades Universitarias, el Comité AntiCovid 19 UCLA y la Dirección de Seguridad y Salud en el Trabajo consideran la elaboración de este manual, como guía de prevención, con medidas que deberán ser cumplidas y adaptadas a la realidad de cada Decanato y otras dependencias de la UCLA. De esta manera estar preparadas a futuro, para el momento que sean llamadas las universidades a iniciar actividades presenciales en esta nueva normalidad, con la respectiva aprobación del Consejo Universitario”. Subrayado nuestro
A pesar de que las Autoridades Universitarias de la UCLA no son los causantes de la situación socioeconómica que está afectando a sus trabajadores que en este momento reciben salarios pulverizados por la hiperinflación y por la ausencia de políticas económicas, son los patronos directos y eso exige aceptar la situación real de la universidad y tener conciencia sobre el manejo real y factible de los riesgos del Covid-19.
Estos son algunos de nuestros argumentos en los cuales nos basamos para no incorporarnos a las clases presenciales. En el caso de ejercerla fuera de la Universidad tenemos en contra la falta del servicio constante de fluido eléctrico y del internet a sabiendas que los sistemas de educación a distancia están obsoletos y paralizados por equipos dañados o no actualizados, con las redes internas arruinadas precisamente por falta de presupuesto y los constantes robos.
De hacerlo se presentaría una situación de desigualdad y exclusión, pues solo avanzarían académicamente quienes puedan contar con los recursos, dejando a un gran porcentaje de estudiantes sin la posibilidad de proseguir de manera regular sus estudios y a un número importante de docentes sin la posibilidad de cumplir con sus funciones.
No ver esta realidad y presionar a los profesores a dar clases es violar la libertad académica y sus derechos humanos previstos en el derecho internacional definido en la CIDH.
El responsable de la crisis institucional y laboral que vivimos es el Estado venezolano, el cual, a lo largo de los años, no ha producido una política en materia educativa que atienda e invierta en el sistema a todos los niveles. Esta situación es inaceptable porque está en la obligación de invertir en este sector por ser un derecho constitucional.
Insistimos en afirmar que en la UCLA no existen las condiciones para dar clases. Para ello los docentes universitarios exigimos se nos garantice en primera instancia:
1) Salario dolarizado por encima de la canasta básica alimentaria.
2) Un protocolo estricto de Bioseguridad en el campus.
3) Cobertura total de HC para Covid_19 que debe ser reconocido como enfermedad laboral si salimos a trabajar sin vacuna.
4) Cobertura en HCM acorde con los costos vigentes. Con respuesta oportuna al momento de solicitarlo.
5) Canasta de educación online para desarrollar la educación a distancia que incluya equipos y el mejor plan de internet posible. En otros Países se cumple.
6) Discusión y acuerdo con el gremio de las nuevas condiciones de trabajo que impone la pandemia.
7) Menos estudiantes por aula para cumplir con la distancia social.
8) Equipos y servicios para el trabajo docente a distancia (Equipos de computación y conexiones de internet en todas las universidades).
9) Garantizar transporte a razón de la crisis de gasolina que padecemos.
Presidente y Ministro Trompiz los docentes Universitarios le preguntamos: ¿Con las universidades saqueadas, desmanteladas, sin presupuesto para infraestructura, sin luz, ni agua, con salarios de hambre y miseria, sin HCM ustedes creen que podamos iniciar clases?
Maduro usted dice que la vocación está primero que el salario. Y vocación tenemos de sobra, pero ¿En qué supermercado, farmacia, clínica, colegio, trasporte público o gasolinera nos aceptarán la vocación como pago?
A pesar de que se pretenda dar clases NO PODEMOS. Han sido muchos los años asumiendo una responsabilidad que le corresponde al Estado y que en definitiva no quieren asumir. No podemos ver normalidad donde no la hay y por ello no nos incorporaremos a las actividades bajo ninguna modalidad, hasta que recibamos respuesta a todo lo planteado. Sin Universidades, no hay transformación ni progreso, por eso exigimos la atención correspondiente por parte del Ejecutivo Nacional.
LA JUNTA DIRECTIVA DE APUCLA